domingo, 26 de enero de 2025

La palabra interior

 Cada noche, en silencio, en la cama, la conciencia de que estoy inmóvil sobre mi cama, que hay alguien al lado, pero es como si no existiera, se mueve, levanta la ropa, coge el jarrito que hay en el suelo, oigo el roce del culo del jarrito sobre el piso y luego la meada, a chorro, intermiente, de nuevo se mete en la cama y entra un aire frío entre las sábanas. Me giro, me acerco, lo rozo mínimamente con mis piernas desnudas, pero es igual, no se inmuta, por favor, quién hay a mi lado, es un obstáculo que habla y piensa, también emite algún sonido, parecido a una tos.


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