jueves, 13 de febrero de 2014

No se trata de transformar el mundo

con tu escritura,
sino de que esa escritura sea tan honesta que te transforme a ti
en relación al mundo.

Por favor, una marea verde,
lo suplico.

2 comentarios:

Antonio González Padilla dijo...

No puedo comunicarme por correo:No me funciona. Está como bloqueado. No tengo ni idea de lo que sucede. Mira mis entradas para encontrar el camino. Hoy es un día muy triste para mí.

Anónimo dijo...

Un Viejo Roble. Allí estaba. En el mismo sitio que lo dejé cuando era niña. Alto, fuerte,rugoso y viejo. En él esculpí el nombre de mi chico. Bajo sus ramas hice promesas que con el paso del tiempo olvidé... Hoy sus brazos rugosos suplican al cielo... (es la historia de un encuentro...) !Suerte!