Barriendo con la escoba mientras la Era está llena de gente bebiendo y comiendo migas
Es mi destino
Barriendo con la escoba mientras la Era está llena de gente bebiendo y comiendo migas
Es mi destino
Un camarero creía que yo era francesa por eso me habló en una lengua ininteligible y al preguntarle yo qué decía suspiró aliviado, ah, es española
"Se acabó" de María Jiménez y "Voyage Voyage" de Desireless forman parte de las bandas sonoras de sendas obras
Un monólogo. Un chico sevillano o gaditano muy gracioso transformándose en su abuela. Lo más sorprendente de la obra para mí es que la abuela tuviera sesenta años y un nieto adolescente. Una buena exposición de lo que es una mujer entregada a su casa y su familia constantemente, día y noche. Una gran injusticia que el mundo nunca reparará.
En versión original subtitulada en español. Un encanto ver películas así. Hablando en ruso porque la chica finlandesa está en Moscú aprendiendo el idioma y desde allí inicia su aventura en tren a lo largo de Rusia y también me gusta el chico ruso con el que comparte el compartimento número 6, sus maneras desprenden generosidad a raudales. Una verdadera historia de amor.
_ Qué tal
_ Hoy estoy contenta porque ayer estuve en el carnaval de Águilas y me gustó mucho
(Como una niña)
Me emocioné desde el principio con la canción "Caminante no hay camino", esos versos de Machado, y pensar en el poeta huyendo de España por los Pirineos caminando y muriendo unos días después a causa de la Guerra Civil. Ya esta apertura de la ceremonia me hizo recordar a Carlos Saura porque él también había muerto y todavía soñaba con realizar una obra maestra sobre la guerra civil.
Cuando llegó Carmen Maura para entregarle el Goya de honor a Carlos Saura yo ya estaba con las lágrimas en los ojos y escucharla a ella tan emocionada y sincera me conmovió por completo.
Qué maravilla que haya personas que transmiten tanta sensibilidad.
Sin vivir un orgasmo acompañada por otra persona. Es la felicidad completa. La máxima alegría de estar en el mundo. La conexión perfecta entre el universo y un punto infinito, el clítoris.
Voy por salir y así lavarme el pelo. Llegamos cuando empezaba la presentación con una introducción musical. Luego vienen los tres personajes, el librero, el elogiador y el escritor. Por muy amenos que parezcan, sobre todo el escritor, en el fondo me aburren, no me aportan nada. Además le tengo manía al escritor porque hace años participé en un taller de escritura con él y solo criticaba lo que yo escribía. Recuerdo a una señora que me decía por lo bajini, no le hagas caso, déjalo, está muy bien lo que escribiste, y yo confiando plenamente en mí lo dejaba.
Al final vienen las preguntas y yo no quiero hablar pero se me ocurre pensar, primero, cómo te atreves a hablar en nombre de los escritores, de todos los escritores, de que ser escritor es esto o lo otro, y segundo, no se te pasa ni siquiera por la imaginación que también existen escritoras?
Luego un vino, un Ribera del Duero. Fue un día feliz gracias a todo lo que había vivido durante el día con mi compañero, de tal manera que en algún momento llegué a sentirme la duquesa de Alba cuando iba con la bandeja cruzando habitaciones para poner la mesa, por muy pequeñas y pobres que fueran eran mi palacio.
Me dice mi compañero cuando le invito a otro bombón con ginebra después de estar unos segundos buscando la palabra adecuada. Yo pensaba que me diría avariciosa, no sé, cualquier palabra, pero me dice con mucho cariño, no seas viciosa, y yo le abrazo diciéndole, eso es lo que más me gusta: el vicio.
Es que me llamen de Cádiz para trabajar. Yo que he deseado tanto a Cádiz desde que la conocí hace una década, ahora que tengo un nuevo colchón y somier no quiero salir de mi cama. Creo que ya he agotado todas mis experiencias de funcionaria interina en el ministerio de justicia. Cada experiencia ha sido peor, o me espera algo bueno en Cádiz?
Debería de entrar en la óptica. No me gusta faltar a mi palabra pero él me obligó a quedar esta mañana. Si analizo cada palabra suya en nuestra conversación de ayer solo encuentro mentira y manipulación.
No voy
Me rebelo
Primero paso de largo y luego me paro y entro. Creo que ya mis gafas no están al cien por cien y decido planteárselo al óptico pero ya no está Paco, la persona que siempre me ha atendido. En su lugar se presenta Luis, un chico joven que me hace pasar a una sala para hacer un estudio exhaustivo de mis ojos. Como no dispongo de mucho tiempo le digo que pensaré lo de las gafas progresivas y en otro momento miraré monturas. Él se empeña en que debe de ser esta misma tarde a las cinco, yo le digo que por las tardes no me gusta salir con el coche, pero él insiste en que no va a guardar mi ficha con todos los datos si yo no voy, entonces le digo que mañana es viernes y él me anota para las once, pero yo ya no quiero ir, no me parece correcta tanta presión.
Concretamente en la calle Mayor. En la plaza saludo a un conocido de mi juventud que lleva un carrito con un bebé. Le pregunto que si es su hijo o su nieto. Él muy serio responde, es mi nieto pero podría ser mi hijo. Los hombres que le acompañan se ríen.
Limpieza bucal antes de ponerme un implante, bueno ya llevo el tornillo, ahora me falta el diente. Más preciso es decir que se trata de una muela que hay al lado del colmillo superior derecho. Después de la limpieza la medida de la futura pieza. Todo bien. Me gusta ir al dentista. Me gusta oírlo decir lo que está haciendo mientras lo hace. Entremedias he levantado la mano para decir una frase: la risa es el orgasmo de la inteligencia. La escuché anoche en un programa de humor de la tele. Y me pareció muy acertada. Recordé algunos de mis grandes momentos llorando de risa. Y sí, son como orgasmos.
Desde que he delegado para llevar a mi hijo a las ocho a trabajar me quedo en la cama y no paro de soñar. Esta mañana ha sido tremendo. Sueño con lugares desconocidos. Salgo de mi habitación sin dinero y no puedo comprar nada. En un local un árabe se me insinúa y tumbado boca arriba en el suelo se corre. Después sale su mujer cuando me iba y con un puñal me hace una señal de tres movimientos en el aire, derecha, izquierda y centro. Sigo caminado por la parte baja de esta ciudad desconocida y quiero entrar en una catedral pero resulta que es un laberinto y no puedo salir de ella a ninguna calle. Me persigue una gitana a la que le digo que no llevo dinero y busco una salida aunque sea yendo para atrás.
De los Relatos salvajes. Esa película argentina ganadora de bastantes premios que volví a ver la otra noche y me cautivó totalmente. Me encantan los seis relatos. Destacan con finales felices dos de ellos: el del ingeniero bombita y el de la boda. Este último es apoteósico.
Eso le dije al psicólogo al final. Después de todas las vicisitudes había llegado puntual y encima tuve que esperar. La consulta se desarrolló de manera fluida. Le conté en resumen los tres bloques de mis preocupaciones: el sueño, mi hijo asperger y mi marido ausente. Me dio su email para que le escribiera después de sentir emociones fuertes que trastornaran mi estado de ánimo. Todavía no le he escrito nada porque desde que llegó mi marido me siento como en el limbo.
Llevaba varios días intentándolo pero sin conseguirlo. Todavía no había contado cómo fue mi viaje a Huércal-Overa el 30 de enero. Primero olvidé mi carpeta con los documentos que debía de presentar en el Sepe. Cuando me di cuenta frené entre dos curvas para dar la vuelta mientras suplicaba que no viniera nadie ni por la derecha ni por la izquierda, hubiera sido mi perdición. Con qué fortaleza me sentía yo para realizar esas maniobras tan peligrosas. Gracias a Dios o al destino no pasó nadie y recogí felizmente mi carpeta en el cortijo. Luego seguí para Huércal, y cuando me salgo de la autovía por la salida sur me encuentro la carretera cortada. De pronto no sé para donde ir pero veo un coche que toma una dirección y yo también la tomo y me veo de nuevo yendo para atrás hasta llegar al cruce de Overa donde doy la vuelta y por fin tomo la dirección adecuada. Llego a Huércal-Overa a Salud Mental y espero a que me llame el psicólogo.
Publican un artículo mío sin el primer párrafo y resulta incluso más interesante que empiece de esa manera, no se echa de menos nada, no se nota que falte algo, es simplemente maravilloso
Como ahora estoy acompañada día y noche no se me ocurre nada
Es como una muerte espiritual