sábado, 30 de noviembre de 2019

viernes, 29 de noviembre de 2019

jueves, 28 de noviembre de 2019

domingo, 24 de noviembre de 2019

Solo me salva el relato


SE QUEDÓ CON EL SOL Y CON EL MAR


No sabía si ir a la Isleta del Moro o a Las Negras. Estuve haciendo cálculos de cuánto tiempo hacía que no iba a ningún sitio, y comprobé que en ambos casos rondaba el año.
Salí a la autovía una mañana soleada, con el escaso tráfico de un domingo, el cielo era de un azul intenso, y los montes y sierras resplandecían. Qué ganas me entran cuando contemplo el paisaje de fundirme con él, sin embargo yo seguía conduciendo y puse la radio mientras miraba a mi alrededor.
Como se perdía la emisión de Radio 3 tuve que darle al CD. Sin esperarlo empecé a animarme cantando con Maná “ sola...sola en el olvido, sola...sola con su espíritu”. Me sentía tan identificada que eso me producía energía.
Después de pasar la Rambla de los Feos, me acordé de pronto que hacía justo cinco años que no iba a la Playa de los Muertos, y de esa manera decidí mi destino. Llevaba una torta de pellizcos de la panadería Martín de Vera, que había rellenado con tomate y queso, y también un racimo de uvas sin hueso.
No necesitaba ningún restaurante ni chiringuito, y tampoco había allí ninguno. Así que era el lugar ideal para pasar todo el tiempo en la playa, y aparqué tranquilamente después de dejar el pueblo de Carboneras, observar con atención la chimenea azul cielo, con rayas rojas arriba, de la Central Térmica, y luego atravesar todo el espacio gris, a derecha e izquierda, que ocupa la fábrica cementera de Holcim.
Bajé del coche con mi mochila, caminando cuesta abajo por la vereda, viendo ya la Punta de los Muertos, El Mirador, y allá arriba Mesa Roldán.
Me acerqué directamente a las dos grandes moles volcánicas que hay al final de la inmensa playa y que constituyen la puerta de entrada a una pequeña cala, donde luego me asomé y vi que había rocas en el fondo y entre ellas algunas pozas, según me dijeron.
Apoyé mis cosas en la mole más cercana al mar, donde todavía daba el sol. Me desnudé y me metí en el agua fría, límpida y transparente. En seguida me di cuenta de que era muy profunda, pronto no daba pie.
Había peces que también se movían conmigo. Como no llevaba gafas de bucear no los veía muy bien, pero cuando sacaba la cabeza distinguía sus movimientos, aparecían y desaparecían.
Me pasé un rato cerca del rompeolas haciendo el muerto, dejándome llevar con el sonido del mar hasta que mi cuerpo llegara a tierra: una arena de piedrecillas finas, suaves y perfectas masajistas naturales.
Antes de que el sol se fuera, me subí al mirador para no perderme la puesta de sol. El horizonte era sublime. Durante un instante parecía eterno.




Qué vida tan mediocre la mía

Sin amor ni felicidad

No me interesa nada ni nadie

Ese es el fruto de mi trabajo

sábado, 23 de noviembre de 2019

Vivir en Cádiz o en Portugal

Por donde yo quiera caminar

Pero cuándo haré la vida que yo quiero

Disponer de un espacio propio para escribir y ser constante hasta el final

Dejándolo libre y natural

Sin ningún tinte

Quería cambiar mi vida

Y empecé por mi pelo

jueves, 21 de noviembre de 2019

miércoles, 20 de noviembre de 2019

domingo, 17 de noviembre de 2019

jueves, 14 de noviembre de 2019

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Si tú me propones hacer un viaje

Por qué no lo preparas tú

Qué va a ser de mí

En los tres meses que me quedan aquí

martes, 12 de noviembre de 2019

domingo, 10 de noviembre de 2019

viernes, 8 de noviembre de 2019

jueves, 7 de noviembre de 2019

martes, 5 de noviembre de 2019

domingo, 3 de noviembre de 2019

El sarcasmo de Houellebecq

Joven pareja urbana sin niños, estéticamente muy decorativa, aún en la primera fase de su amor, y por ello dispuesta a maravillarse por todo, con la esperanza de acumular una reserva de hermosos recuerdos que les servirían a la hora de afrontar los años difíciles, que hasta quizá les permitiera superar una crisis de pareja

Un sueño proletario

Convertido en una pesadilla totalitaria

sábado, 2 de noviembre de 2019

¿Me ha entrado un virus?

Esta madrugada empecé a vomitar como no recordaba y desde entonces tengo fiebre

viernes, 1 de noviembre de 2019

Si no nos ayudamos los unos a los otros

Para qué vivimos

Si no te esfuerzas en subir la montaña

No podrás ver la primera luna ni aquella luz fulgurante en el cielo