Un monólogo. Un chico sevillano o gaditano muy gracioso transformándose en su abuela. Lo más sorprendente de la obra para mí es que la abuela tuviera sesenta años y un nieto adolescente. Una buena exposición de lo que es una mujer entregada a su casa y su familia constantemente, día y noche. Una gran injusticia que el mundo nunca reparará.
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