domingo, 14 de diciembre de 2014

Había trabajado el tiempo suficiente

como para ahorrar lo que me pudiera costar un billete de autobús a cualquier otra ciudad, más unos cuantos dólares para arreglármelas cuando llegase. Dejé mi trabajo, cogí un mapa de los Estados Unidos y lo miré por encima. Decidí irme a Nueva York.

No hay comentarios: