me siento tan feliz y contenta porque mi maestro de la escuela me felicita por mi artículo en el periódico que fui capaz de sentarme a su lado cuando un grupo de asistentes a la última conferencia sobre el Argar íbamos a tomarnos una cerveza
en un momento dado, sin venir a cuento, me dice, a ver, cuéntanos cómo ha sido tu idilio con ese desconocido que sale en tu relato, y te bañarías desnuda, no?
me quedo perpleja viejo verde, no estaba desnuda y no tuve ningún idilio
de pronto, otro colega amigo, habla de que no, pero que luego me voy a un cuarto oscuro,
pero qué cuarto oscuro repito yo entre risas, de qué estás hablando
todo me resbala
No hay comentarios:
Publicar un comentario