después de tanto preguntar por caminos que llevan al río, cogí un taxi por miedo a ir sola por caminos desconocidos, sin que nadie me los hubiera explicado con claridad o yo no acabara de entenderlos del todo
cuando me bajé al lado del puente y de la cantina la higuera, caminé por la pendiente que baja al río y qué decepción más grande
qué río más asqueroso el Tiétar, no tenía sentido acercarme más y salí de allí por uno de los caminos que me habían hablado que atraviesa el pinar y sale a la ciudad deportiva
antes me comí unos higos
la sombra de los pinos y una ligera brisa me refrescaban
pero al rato leo una indicación que dice tres kilómetros y esos han sido mortales, sin apenas sombra y cayendo el sol del mediodía
he llegado a la piscina pasadas las doce y media, me he duchado y he comido unos pocos frutos secos que me quedaban de un paquete que me compré en el Lidl de Navalmoral, quizá haga ya más de un mes
me bebí todo el agua de la botella y me acerqué a la piscina
iba a meterme como siempre bajando por las escaleras, pero le dije a los socorristas, quiero tirarme desde el filo y no sé, tengo miedo, me dijeron salta, y me he tirado tres veces, me gustaría hacerlo mejor y sobre todo mucho más
necesito practicar y no tener vergüenza
pero para bien o para mal me he tirado por primera vez delante de toda la gente que había en la piscina
por qué para mal
siempre para bien
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