domingo, 8 de mayo de 2022

Así contado no vale nada

Pero fue impresionante, yo fui a la taquilla para sacar entrada y mientras tanto se acerca Juana Vera para decirme, venga ya, que Carmelo Gómez nos está esperando para hacernos una foto. Yo escucho eso pero no me lo creo y salgo y un hombre a mi derecha con un bote de desinfectante me aborda para echarme en las manos, lo hace, yo me las restriego y miro al frente y veo a Carmelo, Carmelo, le digo, él se gira y nos miramos de frente, directamente a los ojos, Beatriz, exclama él, porque tú eres Beatriz, y cómo sabes cómo me llamo, le pregunto, porque he mirado tu cara y tú eres Beatriz, me dijo, en el fondo yo estaba esperando que me llamara Beatriche (para más teatral) e intuía que había escuchado mi nombre cuando mis amigos me llamaban, pero siguiendo el maravilloso juego del teatro le digo, yo quiero morirme aquí en este momento, y se lanza a mis brazos y nos fundimos en un tierno abrazo

No hay comentarios: