miércoles, 28 de octubre de 2020

Otra mañana nefasta

 Es mejor no levantarse. Recuerdo a mi padre pasándose las manos por la cabeza mientras escuchaba las noticias de las ocho y me llamaba para que me levantara y no perdiera el autobús del instituto.

 Es así que la mayor riqueza es la paciencia. Somos pobres o más pobres si no tenemos paciencia. Esta mañana se ha abortado el viaje de Christian a sus prácticas en Mójacar por no tener su padre la suficiente paciencia de esperarlo en el coche aunque llegue un poco tarde. Peor es que se haya metido en la cama gritando e insultando, y no haga nada en todo el día. 

Todo se pierde por una frase impaciente.

No hay comentarios: