Creo que sobre las cinco y, viendo que no me dormía, pero que todavía no entraba luz por la ventana, abrí el cajón de la mesilla de noche y busqué el móvil, eran las seis y veinte, todavía me quedaba más de una hora para estar en la cama, pero ya no conseguía relajarme y me levanté a las siete.
Nada emocionante, el café, vestirme, hablar con el hijo para que llegue puntual, coger algunos higos con esa luz incipiente.
He de confesar una cosa, me gusta el aire del amanecer y comprar en el mercado a primera hora. De esta manera encontré queso de cabra y me llevé los dos trozos que traían los puestos de hoy. Uno en cada sitio. Qué agoniosa parezco, pero es la base de mi alimentación, sobre todo en el desayuno.
Luego la luz es tan suave y agradable.
Después el sol es cegador.
He vivido muchos años viendo solo el atardecer. Ahora me toca también el amanecer. Conseguir las dos cosas es un propósito. Estar en el momento presente, vivirlo de verdad, sin estrés ni ansiedad.
Podría ser mi primer proyecto a corto plazo, en lugar de pensar en grandes aventuras y luego no hacer nada, sentirme frustrada y echarle la culpa a toda la familia que me rodea, que no me deja ser yo ni vivir libremente.
Está claro que esto es así. Que me maltratan. Que están ciegos de egoísmo. Pero yo no quiero llenarme de odio ni ser una santa madre. Prefiero ser una puta madre o una madre puta. Qué diferencia hay.
Qué tarde para ser puta.
Desequilibrada emocionalmente. Tengo el número de una psiquiatra a la que todavía no he llamado. Si soy Aries ascendente Escorpio quiere decir que el agua me ahoga de emociones o el fuego me quema de pasiones.
Me parece que es lo primero, pero también puede haber de lo segundo.
Voy a intentar un rato de placer, para sentirme viva, lo que quiere decir feliz, y liberar tensiones.
Os espero. Os quiero.
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